El sangrado de las encías cuando nos cepillamos los dientes puede ser el primer síntoma de la gingivitis, una inflamación de las encías, que padece el 66% de los españoles. En una primera fase no es dolorosa, y prácticamente pasa desapercibida, pero si no se trata puede derivar en problemas mayores, como en una periodontitis.
Síntomas de la gingivitis
La gingivitis es una infección e inflamación que provoca la destrucción de los tejidos que soportan los dientes. La responsable es la placa bacteriana, al igual que sucede con las caries. Si la placa no se quita de forma periódica, se convierte en sarro, queda atrapada en la base del diente y provoca la irritación e inflamación de las encías.
Se recomienda visitar al dentista de forma periódica para que pueda eliminar la placa y el sarro que se nos haya acumulado en los dientes. Además, es necesario tener una correcta higiene bucal: lavarse los dientes después de cada comida, y pasarse el hilo dental.
Se considera que la gingivitis tiene tres niveles o tipos de lesiones, un nivel inicial o leve, donde apenas se notan los síntomas, más allá de un leve sangrado durante el cepillado. En una segunda fase, de lesión temprana, el sangrado ya es moderado durante el cepillado y las encías están enrojecidas e hinchadas. Y la tercera fase, se considera ya de lesión grave, el sangrado es espontáneo y aparecen los primeros problemas graves en las encías, pues el surco gingival (entre la encía y el diente) crece.
La gingivitis es reversible, puesto que el principal causante es la placa, con una higiene adecuada y la visita al dentista de forma periódica conseguiremos frenarla.
¿Qué provoca la gingivitis?
Aunque hay un importante componente genético, hay factores que agravan la gingivitis y que debemos evitar como es el tabaco y la falta de vitamina C o B3. Ahora bien, hay otras circunstancias que también agravan sus efectos, y que difícilmente podemos controlar: la gingivitis puede aparecer durante el embarazo, menopausia, a causa de pastillas anticonceptivas, de algunos tratamientos inmunosupresores, ciertas enfermedades sistémicas, la colocación de dientes o las coronas o empastes mal hechos.
No siempre, pero una gingivitis no tratada correctamente puede derivar en una periodontitis. La más común es la que se desarrolla gradualmente entre los 30 y 40 años, a partir de una gingivitis de adolescencia y presente durante toda la vida. Aunque también hay una periodontitis que aparece de forma repentina. En ambos casos, debe ser tratada por un odontólogo, por eso si tienes sangrado, rojez e hinchazón en las encías, debes visitar lo antes posible al dentista.
Tratamientos contra la gingivitis
La visita al dentista es obligada, él será el que nos dirá si nuestras encías tienen problemas, nos hará la limpieza pertinente y nos recomendará el mejor tratamiento según nuestras necesidades. Ahora bien, existen diferentes tratamientos preventivos como Vitis Encias pensados para los grupos de riesgo ( embarazadas, diabéticos, fumadores, etc.), gamas de productos completas para los que las padecen en una fase inicial como Gingilacer u otros como Bexident indicados para la prevención y coadyuvante en el tratamiento periodontal, preimplantario y en cirugía periodontal y maxilofacial.